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Vicealmirante Nelson, María Antonieta, Blaise Pascal, Jean-Paul Marat, Godoy, Imanuel Kant, Beethoven, Gregor Mendel, Henry Morton Stanley, Louis Pasteur, Boris Yeltsin, Jerónimo, Concepción Arenal, Thomas Alva Edison.
El amor propio es el mayor de los aduladores.
El amor propio es más ingenioso que el hombre más ingenioso de este mundo.
Hablamos muy poco, excepto cuando la vanidad nos hace hablar.
Hay poca gente sensata que prefiera la censura provechosa a la alabanza traidora.
La adulación es una moneda falsa que tiene curso gracias sólo a nuestra vanidad.
La vanidad de los demás resulta insoportable porque hiere la nuestra.
Las más violentas pasiones nos dan a veces alguna tregua; la vanidad nunca.
No hay nadie que se imagine, en cada una de sus cualidades, por abajo del hombre que tiene en más estima.
Nuestro amor propio sufre con mayor impaciencia la condenación de nuestras aficiones que la de nuestras pasiones.
Por muchos descubrimientos que hayamos hecho en el país del amor propio, siempre quedarán muchas tierras desconocidas.
Rechazar una alabanza es desearla doble.
Se habla poco cuando la vanidad no toma parte en la conversación.
Francisco VI, duque de La Rochefoucauld (1613 - 1680), escritor, aristócrata y militar francés.