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Eva Perón, James Cook, Juana de Arco, Jomo Kenyatta, Jacqueline Auriol, Fernando de Magallenes, Eisenhower, Tuthankhamón, Che Guevara, Marco Aurelio, Flemming, Einstein, Churchill, Colón, Madre Teresa de Calcuta.
El infierno y los demonios no están en el fondo del abismo de la tierra sino en el corazón del hombre, inclusive del más virtuoso y del más justo.
El sentido de las palabras arte, amor, belleza, pureza, pasión, me lo estaba aclarando este obrero con las voces humanas más sencillas.
Los hombres, vistos desde mi soledad, aquí, no se me presentan como hormigas, sino, por lo contrario, como enormes monstruos, dinosaurios y pterodáctilos, que viven en una atmósfera saturada de ácido carbónico, entre una espesa podredumbre creadora. Una selva incomprensible, absurda y lamentable.
No debemos amar a los hombres, sino a la llama que no es humana y que los hace arder. No debemos luchar por la humanidad, sino por la llama que transforma en fuego a esta paja húmeda, inquieta, ridícula, a la que llamamos Humanidad.
Qué difícil, qué extremadamente difícil para el alma separarse de su cuerpo el mundo: de montañas, mares, ciudades, gente. El alma es un pulpo y ésos son sus tentáculos... Ninguna fuerza sobre la tierra es tan imperialista como el alma humana. Ocupa y a su vez es ocupada, pero siempre considera demasiado estrecho su imperio. Sofocándose, desea conquistar el mundo para respirar libremente.
Viajamos, recorremos tierras, surcamos aguas, y a la postre no hemos asomado las narices fuera del umbral de nuestra casa.
Nikos Kazantzakis (1883 - 1957), escritor y filósofo griego.
De muchas ideas nuestras no nos habríamos enterado jamás, si no hubiésemos sostenido largas conversaciones con los otros.
Noel Clarasó i Serrat (1899 - 1985), escritor español y guionista de cine y televisión.
Convertirse en un hombre es un arte.
El hombre es un sol y sus sentidos son los planetas.
Me parece como si hubiera dos caminos para llegar a la ciencia de la historia humana: uno, penoso, interminable y lleno de rodeos, el camino de la experiencia; y otro, que es casi un salto, el camino de la contemplación interior.
Novalis (1772 - 1801), poeta romántico alemán.
Perder nuestro nombre es como perder nuestra sombra; ser sólo nuestro nombre es reducirnos a ser sombra.
Octavio Paz (1914 - 1998), poeta, escritor y diplomático mexicano.
No habrá nadie como nosotros cuando nos hayamos ido, no hay nadie como cualquier otra persona, nunca. Cuando las personas mueren, no pueden ser reemplazadas. Salen agujeros que no se pueden llenar, ya que es el destino –el destino y la genética neuronal– de todo ser humano ser un individuo único, para encontrar su propio camino, para vivir su propia vida, y morir su propia muerte.
Oliver Wolf Sacks (1933 - 2015), neurólogo, divulgador de ciencia y escritor británico de origen judío.