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Fernando el católico, Elvis Presley, Indira Gandhi, Mao Zedong, Galileo Galilei, Aristoteles, Francisco Pizarro, Barack Obama, Moshe Dayan, Ho Chi Mihn, Valentina Terechkova, Kissinger, Platón, Isabel la católica, Leónidas Breznev.
Nada conviene tanto a un hombre como llevar a su lado a quien haga notar su mérito, que en uno mismo la modestia es necedad y la propia alabanza locura.
Nadie puede decir que se conoce a sí mismo si no ha pasado hambre unos días y no ha sido rey absoluto unas horas.
Jacinto Benavente (1866 - 1954), dramaturgo español, Premio Nobel de Literatura en 1922.
La humanidad es como los perros, no como los dioses –mientras no estés loco, te morderán–, pero si estás loco, nunca serás mordido. Los perros no respetan la humildad y el dolor.
La única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde igual que fabulosos cohetes amarillos explotando como arañas entre las estrellas y en el centro, al estallar, puedes ver la luz azul.
Todos los seres humanos son también seres de ensueño. El soñar vincula a toda la humanidad en su conjunto.
Jean-Louis Kerouac (1922 - 1969), escritor estadounidense de la "Generación Beat".
Soy demasiado amante de mis señores para encargarme de escribir su vida.
Jacques Amyot (1513 - 1593), escritor y traductor renacentista francés.
Lo que no puedo ver de mí mismo, puede que lo vea el otro.
Jacques Derrida (1930 - 2004), filósofo francés de origen argelino, padre de la Deconstrucción.
Ciertos hombres tienen el talento de ver mucho en todo. Pero les cabe la desgracia de ver todo lo que no hay, y nada de lo que hay.
El pensar es un misterio; el hablar es un misterio; el hombre, un abismo.
Hay en el espíritu humano muchas fuerzas que permanecen latentes hasta que la ocasión las despierta y aviva.
Los hombres grandes son sencillos, los mediocres ampulosos.
Los perezosos suelen ser grandes proyectistas; así faltos de realidad, se engañan con ilusiones; y además, al trabajar sólo en proyectos se avienen muy bien con la inacción, suma felicidad del perezoso.
Jaime Balmes (1810 - 1848), filósofo, teólogo y sociólogo español.