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Barack Obama, Moshe Dayan, Ho Chi Mihn, Valentina Terechkova, Kissinger, Platón, Isabel la católica, Leónidas Breznev, Nat Turner, William Blake, Johann Pestalozzi, Chico Mendes, Rafael del Riego, Champollion.
El templo en el que Dios quiere dominar según su voluntad es el alma del hombre... Esa es la razón por la que Dios quiere tener el templo vacío, para que ahí dentro no haya otra cosa que no sea él.
En todo lo que hay sobre la tierra y sobre el cielo nada le puede turbar, debe hallarse en tal paz que si el cielo y la tierra se hallarán invertidos, encontraría paz en Dios.
Es luz, claridad, es todo tiniebla, innombrado, ignorado, liberado del principio y del fin, yace tranquilo, desnudo, sin vestido.
Está aquí y está allí, está lejos y está cerca, es profundo y es alto, en tal forma creado que no es esto ni aquello.
Estar lleno de cosas es estar vacío de Dios. Estar vacío de cosas es estar lleno de Dios.
Estoy tan seguro como vivo de que nada está tan cerca de mí como Dios. Dios está más cerca de mí que yo mismo; mi existencia depende de la cercanía y la presencia de Dios.
Hay un lugar en el alma donde nunca has sido herido.
Hay una potencia en el alma y no sólo una potencia sino esencia y no sólo esencia sino algo que desliga de la esencia.
Hazte como un niño, ¡Hazte sordo y ciego! Tu propio yo ha de ser insignificante. ¡Atraviesa todo ser y toda nada! Abandona el lugar, abandona el tiempo ¡Y también la imagen! Si vas sin camino por la senda estrecha, alcanzarás la huella del desierto.
La oración más poderosa y la que prácticamente puede ganar todas las cosas, además de ser la obra más digna de todas, es la que fluye de una mente libre. Cuanto más libre es la mente, más poderosa, útil, digna de alabanza y perfecta se vuelve la oración y el trabajo. Una mente libre puede lograr todas las cosas.
Lo más pequeño que se conoce de Dios, aunque sea una flor, al tener un ser en Dios, es más noble que el mundo entero. Lo más pequeño que en Dios es, en cuanto que es un ser, es mejor que conocer a un ángel... Para Dios nada muere, todo vive en él.
Los hombres justos toman tan en serio la justicia que, si Dios no fuera justo, él no les importaría ni un comino.
Eckhart de Hochheim (h. 1260 - h. 1328), místico dominico alemán, gran teólogo y filósofo.