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Nat Turner, William Blake, Johann Pestalozzi, Chico Mendes, Rafael del Riego, Champollion, Nelson Mandela, Julio César, Davy Crockett, Carlomagno, George Gordon Byron, Beatriz Galindo, Alfonso X el Sabio.
Hay quien, en ciertos momentos, desearía una conciencia inquieta para aburrirnos menos.
Christian Friedrich Hebbel (1813 - 1863), dramaturgo y poeta alemán.
El juicio, la valoración, la pretensión, no son experiencias vacías que la conciencia tiene, sino experiencias compuestas de una corriente intencional.
Edmund Husserl (1859 - 1938), filósofo alemán fundador de la fenomenología.
¿Cuándo crecerán nuestras conciencias tan tiernas que actuaremos para evitar la miseria humana en lugar de vengarla?
Eleanor Roosevelt (1884 - 1962), escritora, activista, política estadounidense y primera dama.
Para ser diferentes de lo que somos, debemos tener cierta conciencia de lo que somos.
Eric Hoffer (1902 - 1983), escritor y filósofo estadounidense.
Somos más conscientes por ser más maduros, somos más maduros por ser más conscientes.
Ernesto "Che" Guevara (1928 -1967), revolucionario de origen argentino, nacionalizado cubano.
La conciencia de la inconsciencia de la vida es el más antiguo impuesto que recae sobre la inteligencia.
Fernando Pessoa (1888 - 1935), poeta y escritor portugués.
Si desea riquezas, debe estar lleno de riquezas en su conciencia.
Florence Scovel Shinn (1871 - 1940), filósofa, escritora e ilustradora estadounidense.
La conciencia de sí, no es cerrazón a la comunicación. La reflexión filosófica nos enseña, al contrario, que es su garantía. La conciencia nacional, que no es el nacionalismo, es la única que nos da dimensión internacional.
La conciencia es actividad de trascendencia.
Frantz Fanon (1925 - 1961), psiquiatra, filósofo y escritor francés, nacido en Martinica.
La avaricia y la vanidad son los oficiales de alistamiento de la maldad: una vez pagado el dinero, la conciencia escapa corriendo.
Franz Grillparzer (1791 - 1872), dramaturgo austriaco.
Es más cómodo obedecer a la conciencia que a la razón, pues en cada fracaso la conciencia encuentra una excusa y un aliento.
Para el reposo de la conciencia, la solución de los problemas teóricos no es necesaria.
Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844 - 1900), filósofo alemán.