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Emiliano Zapata, T. E. Lawrence, Leonor de Austria, Nostradamus, Septimio Severo, Marco Polo, Federico García Lorca, Marie Curie, Bach, Johannes Gutenberg, Juan Carlos I, Goya, Heinrich Schliemann, Bakunin.
Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera. (Paz)
Esa clemencia, de la que se hace una virtud, a veces se practica por vanidad, otras por pereza, a menudo por miedo, y casi siempre por esas tres razones juntas. (Perdón)
La clemencia de los príncipes a menudo no es más que política para ganarse el afecto de los pueblos. (Perdón)
Perdonamos cuanto amamos. (Perdón)
Las almas grandes no son aquellas que tienen menos pasiones o más virtudes que las almas corrientes, sino aquellas animadas por los más altos designios. (Perfección)
Más traiciones se cometen por debilidad que por un propósito firme de hacer traición. (Política)
La moderación es un temor a caer en la envidia y en el desdén que merecen los que se embriagan con su dicha; es una vana ostentación de la fuerza de nuestro ánimo; y finalmente, la moderación de los hombres que se ven muy encumbrados es un deseo de parecer más grandes aún que su buena fortuna. (Prudencia)
La prudencia no será nunca bien elogiada; sin embargo, no es capaz de prevenirnos contra el menor suceso. (Prudencia)
La verdadera elocuencia consiste en no decir más de lo que es preciso. (Prudencia)
Nunca se desea ardientemente lo que se desea sólo por consejo de la razón. (Razón)
Tanto me apasiono por la razón, que yo mismo me vuelvo poco razonable. (Razón)
No sólo los hombres tienden a perder el recuerdo de los beneficios y de las injurias, sino que incluso odian a sus benefactores y dejan de odiar a quien los ofendió. La perseverancia en recompensar el bien y vengarse del mal les parece una servidumbre demasiado gravosa. (Recuerdo)
Francisco VI, duque de La Rochefoucauld (1613 - 1680), escritor, aristócrata y militar francés.